En el marco de la celebración hoy del Día Internacional contra el Tráfico Ilícito y Abuso de Drogas, Proyecto Hombre La Rioja ha presentado esta mañana su Memoria 2019. En concreto, fueron atendidos 414 usuarios y 530 familias. El número total de personas atendidas (que incluye a los usuarios y sus familiares) se cifró el pasado ejercicio en 1.418. Los datos se mantienen sin apenas variación con los datos del pasado año (en 2018 se atendieron a 421 usuarios y 535 familias).

“Este año hemos querido reorganizar nuestra memoria para afrontar la realidad de los últimos años: ampliación de tipo de adicciones, fuerte entrada de consumos legales como el alcohol, tratamiento de nuevas adicciones comportamentales o diferenciación de perfiles según edad. Desde Proyecto Hombre La Rioja trabajamos de manera profesional e individualizada con cerca de veinte programas para responder a cualquier tipo de situación vinculada con una adicción. Atrás se queda la imagen del usuario de Proyecto Hombre consumidor de heroína en los años 80. Hoy en día el problema de las adicciones puede llamar a la puerta de cualquier familia. Personas que tienen una vida normalizada, pero que en un momento determinado se ven superados por las consecuencias de la adicción”, ha explicado David García, director de Proyecto Hombre La Rioja.

 

Dos perfiles de usuario, según su edad

La entidad cuenta con programas de tratamiento ambulatorio, que se adaptan totalmente a las necesidades y condiciones de vida de cada usuario para que puedan realizarlo sin abandonar su entorno familiar, social o laboral; programa residencial donde el usuario permanece de lunes a viernes o toda la semana; y otros programas más específicos según el público de los usuarios: Programa joven “Reconecta”, dirigido a adolescentes y familias; programas en el Centro Penitenciario o en el Entorno socio-familiar”.

Según esos programas, la edad y el consumo o tipo de adicción, el perfil de los usuarios cambia. “Si hablamos de edad, en términos generales tendríamos dos perfiles: un usuario adulto de entre 31 y 40 años, consumidor de alcohol y estimulantes. Si nos fijamos en los usuarios adolescentes, el perfil medio es de un joven de 17 años, consumidor de THC (cannabis).”, ha señalado David García, director de Proyecto Hombre La Rioja.

 

Adicciones sin sustancia

Año a año cobra importancia el aumento de las atenciones a usuarios con problemas de adicción sin sustancia, las denominadas adicciones comportamentales. “Estamos hablando del abuso de nuevas tecnologías (videojuegos, apuestas, póker online…) u otra serie de problemáticas que necesitan una intervención temprana. “Hemos duplicado el porcentaje de este tipo de casos, representando actualmente el 11,5% del total de atenciones en programas dirigidos a adultos (Programas ambulatorios y Programa residencial). Se constata un problema que ya veníamos advirtiendo en los últimos años, y nos preocupa”, ha advertido David García.

Este tipo de adicción se ha visto afectada directamente por la pandemia de la COVID-19, que ha obligado a vivir y comunicarse a través de las pantallas. “Desde el Programa joven “Reconecta” estamos viendo muchos padres preocupados por las posibles consecuencias de este abuso en sus hijos. Durante la crisis Proyecto Hombre La Rioja mantuvo abiertos todos sus programas, tanto de manera telefónica como presencial en el Centro residencial, que tuvo que adaptarse para poder seguir ofreciendo alojamiento a sus usuarios en un entorno seguro. Se han estado atendiendo a un centenar de personas de manera habitual. El reto pasa ahora por seguir ofreciendo una acogida y un apoyo de calidad con las limitaciones propias de esta nueva normalidad”, ha señalado David García.

 

Nuevos retos en los 30 años de historia

Proyecto Hombre La Rioja celebra en 2020 su 30 aniversario. Desde que naciera, en 1990, la evolución de la entidad ha sido constante. “Nacía con el objetivo urgente de ofrecer esperanza (comprometida y real) a toda una generación diezmada por la epidemia de la heroína, sus familias y entorno social. Hoy en día vivimos otro momento histórico, pero con iguales urgencias para afrontar otra epidemia. Podemos y debemos poner en valor nuestro modelo, nuestras raíces y nuestra profesionalidad para ofrecer nuestro saber y recursos a una sociedad herida”, ha afirmado Fernando Beltrán, presidente de Proyecto Hombre La Rioja, quien también ha querido tener unas palabras de recuerdo y agradecimiento para Matías Salazar, sacerdote precursor del proyecto, que fallecía a comienzos de este año.

Un año marcado por la crisis también a nivel económico.  En 2019 la entidad cerró el ejercicio con un resultado negativo de 1.530 euros, y la situación este año se vislumbra aún más complicada. “La pandemia ha obligado a suspender actos solidarios y la tradicional colecta que todos los años organiza la Diócesis en favor de Proyecto Hombre La Rioja y que en 2019 fueron 17.449 euros. Aún así -ha finalizado Fernando Beltrán-, continuamos con esa misma esperanza de los comienzos de 1990. Confiamos en que la sociedad seguirá apoyando nuestro trabajo, convencidos de que es más necesario que nunca. Nuevas soluciones ante nuevos retos”.

 

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