El “Programa para parejas y cónyuges” de Proyecto Hombre La Rioja, puesto en marcha en 2003, ha atendido a más de 130 mujeres en los últimos cinco años. En 2017 recibieron asistencia 27 mujeres, principalmente de forma grupal, y del 1 de enero de 2018 al 31 de julio, 18 mujeres. Una parte representativa de ellas tiene entre 30 y 40 años, mantiene una relación de convivencia con el usuario consumidor y cuenta con hijos en común.
Este programa está dirigido a mujeres cuyas parejas presentan una conducta adictiva, se estén sometiendo ellos a un tratamiento o no. En las sesiones, los profesionales de Proyecto Hombre La Rioja trabajan especialmente la codependencia emocional que, en muchos casos, incapacita a la mujer para tomar las decisiones adecuadas que le ayuden a manejar la situación que está viviendo.
Según explica María Dolores Rioja, psicóloga clínica y coordinadora terapéutica de los programas de Proyecto Hombre La Rioja, “convivir con una persona consumidora supone vivir envuelta en una mentira constante, expuesta a constantes manipulaciones, algunas de las cuales llegan a hacer creer a la mujer que ella es la responsable del consumo de su pareja; es vivir con alguien que abandona la responsabilidad con sus hijos y de su hogar, pierde trabajos y destruye los bienes económicos de la familia; con una persona con la que la comunicación es imposible y las discusiones son constantes, dándose en algunas ocasiones el maltrato físico y verbal”. No obstante, también recuerda que “la persona adicta sufre enormemente porque está metida en un bucle de autodestrucción del que no sabe salir, vive con miedo permanente y en una gran soledad; es una víctima de sí misma”.
“Partiendo de todo esto, nos encontramos con mujeres con la autoestima destrozada. En numerosas ocasiones viven en soledad lo que está ocurriendo en su hogar, bien por miedo al qué dirán o a la propia pareja, que le prohíbe bajo amenazas hablar de esto con nadie, o bien por vergüenza a reconocer un fracaso que se atribuye por haber elegido a la persona equivocada para compartir su vida”, añade la profesional.
“Algunas mujeres pueden llegar a sufrir cuadros depresivos y ansiedad, soportan y luchan tanto que se olvidan de ellas mismas, se sienten confusas porque no entienden realmente lo que está pasando y viven con miedo y unos niveles de estrés importantes”, explica María Dolores Rioja.
Para afrontar y revertir esta dura situación, Proyecto Hombre La Rioja les ofrece terapias grupales donde les cuentan qué es una adicción y cómo pueden ayudar a sus parejas; les ayudan a tomar conciencia de los errores que están cometiendo y les facilitan estrategias de comunicación para resolver los conflictos. La terapia grupal resulta extraordinariamente efectiva porque las participantes hallan un punto de encuentro con personas que han vivido o viven su misma situación de modo que se expresan con libertad y se sienten comprendidas. Y lo más importante, con la terapia vuelven a encontrarse con ellas mismas -asevera la psicóloga de Proyecto Hombre La Rioja-. Dejan de creerse responsables de que la pareja supere sus problemas y se sitúan como meras acompañantes en su proceso terapéutico. Empiezan a cuidarse y tener en cuenta sus propias necesidades, recuperan la autoestima, pierden el miedo, ganan seguridad y ven la posibilidad de ser felices con o sin pareja”, en definitiva, recuperan el control de sus vidas.
Esta noticia fue publicada en la Revista Proyecto nº97